viernes

El discurso inverso de la tristeza

Y volví a hablar con los demonios del círculo inverso, (los muy jodidos siempre hablan al revés) y volví a caer en sus disquisiciones un tanto barrocas pero tan arrebatadoramente encantadoras.

Me dicen que la tristeza es una “cobardía moral”, y me lo sueltan así de golpe, que su origen en un goce no satisfecho, esto es, me llaman cobarde y ni rechisto...

Me dicen, despues, que no hay más ética que la del deseo, y que la depresión, en este caso, mi tristeza, no es más que una cobardía moral frente al deseo, frente a ese deseo inconsciente que me posee y me domina. Que mi tristeza, por tanto, es una renuncia , una claudicación frente al deseo, una toma de posición pasiva frente a mis conflictos, una reclusión frente a las consecuencias no controlables de mi deseo; y seguirán creyendose mis amigos…Un deseo que, en realidad, apunta a un vacío, a la nada, y que a la vez marca con su huella enigmática nuestros actos y decisiones, que inquieta, domina y nos posee, por eso nos sentimos tan llenos de malestar existencial, vital… lo dicho… y seguirán creyendo que todavía les escucho …

Me dicen, así como dejándo caer una bomba de cien megatones sobre mi tullida conciencia, me dicen: “Necesitas, necesitas estar triste… porque es tu forma de sentirte en el mundo ”, y una mierda… no lo necesito, me sobreviene como las arcadas después de haber bebido en demasía... joder.

PS

No somos sólo un organismo, somos cuerpo sometido al efecto del lenguaje….y ¡que lenguaje!

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