martes

Esto es ...densidad... lo demás pamplinas...

De alguna manera he aceptado que la realidad se presenta como una serie interminable de bivalencias que se contraponen y excluyen: blanco y negro, arriba y abajo, izquierda y derecha, delante y detrás. Nos manejamos como si lo intermedio no existiera, como si pudiésemos negar las caprichosas formas que adopta y al pretender explicarlas nos damos cuenta que nos faltan palabras para describirlas.

Lo intermedio puede llamarse de diversas formas: vago, confuso, borroso. La realidad de lo intermedio es imperfecta por su falta de definición: está hecha de palabras e imágenes, de sonidos y silencios, de ausencias y presencias, de memoria y olvido, de certidumbres e incertidumbres; pero mezclado, todo mezclado, siempre mezclado.

Se trata de una realidad que se encuentra entre cualquier dicotomía posible. Entre lo simple siempre habrá algo complejamente imperfecto. La borrosidad empieza donde comienzan las contradicciones, donde A y no A valgan, hasta cierto grado. Donde los valores absolutos comienzen a desdibujarse. Donde predomine lo indefinido.

Hemos creado un mundo que requiere de explicaciones para casi todo, el principio de causalidad rige nuestro pensamiento y dicho principio organiza el mundo en una sola dirección y corre en el sentido de las agujas del reloj. Algo tan común como cuando una mira cualquier cascada, espera que el agua caiga y jamás que suba.

A lo irrelevante no se le dio cabida en el mundo. Donde los conceptos que explicaban el mundo en que vivimos comienzan a resquebrajarse, emerge el dominio de las metáforas y las narrativas "vacias" de purito existenciales. . Donde la probabilidad falla, acierta lo borroso. Donde las certezas se rompen, el mundo de lo posible hace acto de presencia. En síntesis: donde lo uniforme y ordenado terminan por caer al suelo, el mundo comienza a estar de cabeza y requiere de otro orden explicativo. Por ello se requiere de conceptos borrosos, correlaciones débiles, metáforas que conecten lo descriptible con lo indescriptible y así de forma sucesiva.

Las capacidades lingüísticas de expresión de las emociones se pierden mientras los comunicólogos perfeccionan sus técnicas para vender programas de televisión o videos que alejan al público de sus propios sentimientos, pensamientos y sensaciones; múltiples miedos (el miedo al Otro, a la exclusión y al sinsentido) toman las riendas de la vida cotidiana mientras los políticos siguen llenando el futuro con promesas.

La vivencia de lo borroso comienza donde las pulcras ideas, la lógica, no pueden predecir ni interpretar, donde el reino de la precisión estadística llega a su catastrófico fin, donde las perspectivas deterministas se quiebran en el mundo de las metáforas, los organigramas secuenciales no dan más que risa y, en fin, donde la vida cotidiana proporciona suficientes reveses a las investigaciones soiales, la borrosidad empieza donde empiecen las contradicciones.

La vivencia de lo borroso es aquella que estudia las realidades y los objetos intermedios. Lo que se encuentra entre lo que se habla y potencialmente en la posibilidad de ser, pero que aún no es, de lo que se encuentra en proceso y no aparece como producto. Estudia las estructuras, de pensamiento, sentimiento, que nos permiten llegar por convención a un sobreentendido. Es la filosofía del sentido común y los procesos cotidianos cuya materia prima son, en general, todos aquellos elementos de la realidad que se presentan como convenciones socialmente aceptadas por todos/as. Es la filosofía de las narrativas y de análisis del lenguaje.

Se trata pues de una filosofía crítica y radical que renuncia a las formas convencionales de construcción del conocimiento. En vez de ser la filosofía de las buenas formas y los tecnificados procederes, se vuelve plástica porque lleva consigo un espíritu más libre e indeterminado en los tres niveles que le permiten avanzar en el análisis de la realidad: ontológico, epistemológico y metodológico.

Analiza el detalle. Se trata de la microfilosofía, centra su atención en los microprocesos que se vuelven determinantes. La caracterización del mundo no se encuentra determinada por los grandes sistemas de variables sino sólo por ínfimos elementos de un complejo situacional incluso en donde todo adquiere importancia para el análisis de la realidad.

Vuelve relevante lo irrelevante. Es la filosofía en donde lo que tradicionalmente se despreciaba pasa a formar parte importante de un sistema de variables. Es aquella que insiste en tomar en cuenta no sólo los microprocesos sino incorporar dentro del análisis las variables que, por causar efectos secundarios o espureos, se hacían a un lado.

Estudia lo invisible o insiste en volver visible lo invisible. Es la filosofía que trabaja no con palabras ni con imágenes sino con metáforas para explicar aquello que no puede aprehenderse conceptualmente, porque las categorías se han agotado en el proceso de análisis de la realidad. Esto puede lograrse mediante dos procesos o mecanismos: el primero es el que llena los viejos conceptos con nuevos contenidos y pone en evidencia sus limitaciones; el segundo es el que elabora nuevos sistemas de conceptos para el análisis de la realidad por la precariedad que implica querer seguir explicando el viejo mundo de acuerdo con las viejas formas.

2 comentarios:

  1. Anónimo19:43

    lo siento pero no estoy de acuedo con su comentario de hoy.
    Lo intermedio, no es en absoluto vago, fuuzzy, difuso o borroso y mucho menos impreciso e imperfecto.
    Es, en lo intermedio,donde creamos un mecanismo para representar la vaguedad e imprecisión de todos los conceptos empleados en el lenguaje natural y creamos unos conjuntos (denominados difusos) que son capaces de modelar la imprecisión propia de los conceptos humanos. Por tanto amiga, tranquila, entre Wttgenstein y su estupendo análisis del lenguaje y la lógica difusa la imprecisión desaparece. No hay dicotomia de la realidad, es usted, aplicando sus sentimientos,sensibilidades, pasiones, arreabatos, entusiasmos,
    sufrimientos, inclinaciones etc
    donde surge la dicotomía y la ambiguedad y a mezcla.
    un saludo

    Ofela Bergen

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  2. Si fuera tan amable de remitirme un posible contacto podríamos profundizar sobre el tema, tengo la percepción de que sus conocimientos podrían servirme en gran medida.

    Un saludo

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